Socialismo natural en la Acarigua prehispánica
(Por Juan
Álvarez)
“La gran
división entre propiedad colectiva y propiedad privada es problema de todos los
tiempos y origen de lucha en todas las épocas” G. Peces Barba
Pesquisando estudios documentales y bibliográficos de etnohistoria, arqueología y antropología sobre la Región Geohistórica Caquetía (región a la cual pertenecía Acarigua), señalan que estuvo conformada por los territorios de los actuales estados Apure, Barinas, Portuguesa, Cojedes, Zulia, Trujillo, Lara, Yaracuy, Falcón, y las islas Curazao, Aruba y Bonaire. La extraordinaria apreciación por parte de los conquistadores sobre los nativos, a quienes impresionó su nutrida antropometría, en carta de Juan de la Cosa, del año de 1500 figura Curacuao con el nombre de Isla de Gigantes y más tarde se hizo extensivo este calificativo a las islas vecinas de Aruba y Bonaire-. Los que vivían en el hoy Yaracuy, según el mismo Federmann, “Robustos y bien proporcionados eran los hombres y tal la hermosura de las mujeres”, en 1535 por los Llanos halló Jorge Hohermuth, el citado Espira, colisiona con Caquetíos a orillas del Apure y del Sarare, que es afluente del Arauca. De estos últimos dice que eran “nación muy extendida y en infinitas partes olvidadas”, agregando que era gente “benina y en las culturas bien ejercitada, que poseían sal, ropas, algunos ornamentos de oro, y que poseían víveres en abundancia” y el cronista Pedro Mártir de Anglería, en italiano Pietro Martire d'Anghiera (Arona, Milanesado, 2 de febrero de 1457 - Granada, octubre de 1526) refiere en la visita de Alonso Niño a nuestra costa venezolana “… encontró un puerto muy parecido al de Cádiz”
Lo anterior da a
entender la bien organizada, equilibrada y distribuida estructura social,
económica y política de los pueblos que la integraban y las relaciones y
actividades comerciales con toda la región insular y del Caribe. Sin lugar a
dudas los Caquetios eran la nación más numerosa de las que poblaban las tierras
llanas del Occidente de Venezuela, hablaban la misma lengua y poseían un afín
aspecto físico, moral y cultural - armas, casas, embarcaciones, modos de
producción y sepulturas (Necrópolis halladas, confirman sedentarias existencias
establecidas desde 2180+ -300 a.C.)- donde prevalecía una colectividad
igualitaria, interétnicas e intersocietarias.
Y echamos un
vistazo a finales del siglo XV durante la invasión y conquista y para imponer
su hegemonía, los evangelizadores ejércitos cristianos estructuraron procesos
de expropiación de la tierra y la negación, prohibición, persecución y
eliminación de elementos culturales y religiosos de identidad y para la
resistencia. Hoy examinamos la fábula confeccionada por tasados intelectuales
al servicio del poder Capitalista, astutos eruditos que cínicamente
desconocieron y omiten a las milenarias y excepcionales civilizaciones que
habitaban nuestro continente Abya Yala, alias La América.
Sobre el sistema común de fuerza de trabajo y producción: Los primeros autores europeos que por sus ensayos sociales fueron tildados como “socialistas”, fueron Owen y Saint-Simon a inicios del siglo XIX, y el adjetivo se releyó en Gran Bretaña en 1826 y en 1832 en Francia para identificar a los Owenitas, a quienes más tarde Marx bautizó como “socialistas utópicos” esto para diferenciarlos de su propia corriente de “socialismo científico”. Casi a la par, hubo un grupo de antropólogos alemanes que dirigieron su atención a los orígenes de su civilización, y acuñaron el término Ur-Sozialismus. Así se amplió el revoltijo ideológico moderno sobre el asunto en la intelectual europea. El socialismo como idea fue resumida, con autoridad, por la Enciclopedia Británica, y se lee así:
“Doctrinas
propuestas por escritores que buscan una transformación completa de las bases
económicas y morales de la sociedad, para pasar de un control individual a otro
colectivo y de fuerzas individualistas por otras sociales en la organización de
la vida y del trabajo”.
Las fuentes
eurocéntricas, aparentemente ignoraron en la naciente divulgación teórica del
“Socialismo” y su relación práctica existencial en las ya aniquiladas culturas
en continentes, como América autóctona, África y Asia. Los europeos, luego de
tres siglos de la brutal conquista, colonización y cristianización conjeturan
en estudios y deducciones y sin asociar con aquel exitoso tejido social
viviente, que en la Tierra de Fuego, exclusivo mundo tropical superaron en la
sensatez y sabiduría a la definición inglesa. Queda claro que nuestra historia
no tuvo su inicio en 1498 con la llegada del almirante Colón a las costas de
Paria, ejemplos sobran para determinar nuestros propios orígenes telúricos y
fuentes históricas, como respuesta categórica sobre la estructura valorativa
precapitalista y de réplica ecológica, con el nodo genético de cosmovisiones
actuales de nuestros pueblos de base. Razón cuando el humanista profesor
Orlando Fals Borda nos transmitió: “Socialismo natural, es el socialismo que
pueda dar respuestas a las crisis del capitalismo actual”, una potente
idea-fuerza que merece estudiarse y profundizarse como proyecto de articulación
y esperanza de la nueva comunidad de pueblos y naciones de nuestra América.
Ñapa 1: En el
Apéndice al tomo IV de la obra de Oviedo y Valdez hallamos las siguientes voces
caquetias: boratío que equivale a adivino o sacerdote; cazá que es puche de
maiz; datihao o diao, señor: el que presta su nombre al esclavo; mazato,
mazamorra de varias sustancias farináceas; tara, langosta e Icoroata que es
legumbre a manera de habas(caraotas).
Ñapa 2: Tendría
que admitirse que, así se trate de un manuscrito, aparece allí con seguridad la
voz "canoa", antes que en Nebrija y muy poco después del supuesto Diario del Almirante (26 de
octubre de 1492). La carta tiene fecha de 1493: “fecha en la carabela sobre la
Isla de Sª María, 18 de febrero de 93”. En ese texto español puede leerse:
“Ellos tienen en todas las islas muchas canoas, de manera de fustas de remo…
“Algunas destas canoas he visto con setenta y ocho hombres en ellas…”: Diario
del Almirante Cristóbal Colón.
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